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Con un auditorio lleno y atento se realizó la nueva edición del Encuentro con Educadores que cada año organiza SENATI, como parte de la Semana de la Calidad. Esta versión del foro tuvo como eje central a “Los empleos del futuro” que serán, en realidad, una consecuencia rápida y necesaria de la consolidación de la Industria 4.0 en el Perú.

Representantes internacionales de la academia y altos ejecutivos locales de multinacionales vinculadas al desarrollo tecnológico compartieron su visión sobre los cambios y transformaciones que conceptos como el Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés) y las tecnologías de la información (TI), van a traer al mundo laboral y la forma cómo deben los centros de formación técnica preparar a los profesionales que se insertarán a ese competitivo contexto.

Entre las principales conclusiones que dejó el encuentro estuvo la necesidad de allanar el camino para la inevitable llegada de nuevas y revolucionarias tecnologías que no sólo impactarán en la industria, sino también en todas las actividades humanas; también se destacó el rol y los desafíos que afronta la academia para formar a los profesionales que manejarán y sacarán el mayor provecho a esas innovaciones en beneficio de la actividad industrial y del país. Ese objetivo no se limita al óptimo manejo de herramientas, aplicaciones y software, abarca además el desarrollo de habilidades orientadas al liderazgo y trabajo en equipo, por mencionar dos ejemplos.

En suma, el Encuentro con Educadores 2017 fue una jornada de enseñanza en la que el auditorio, conformado por más de 300 directores y docentes de centros educativos, tomó conocimiento y conciencia de revolución industrial que se está gestando en el mundo y que ya se hace sentir en suelo peruano.

LA VISIÓN DE SENATI

El congreso se inició con la ponencia del director nacional de SENATI, Gustavo Alva Gustavson, quien, de plano, preguntó al auditorio: “¿Un robot puede hacer su trabajo?”.

La interrogante de Alva Gustavson se basó en el estudio “The future of the jobs”, realizado por el Foro Económico Mundial, el cual pronostica que cinco millones de trabajos desaparecerán antes del 2020 a causa de los avances tecnológicos. En contraparte, el director nacional de SENATI, refirió que esos avances generarán 2.1 millones de nuevos empleos que difícilmente será ocupados por “trabajadores manuales y administrativos” porque “no tendrán las habilidades para competir” por esas vacantes. 

“La cuarta revolución industrial ya ingresó a nuestras vidas y nos resistimos a creerlo”, aseveró Gustavo Alva Gustavson y reconoció que ello supone un reto para “gestionar la formación” de los técnicos “con nuevas estrategias y alianzas público-privadas, con roles y papeles flexibles”.

La cuarta revolución industrial, llamada Industria 4.0, es una ola que transformará el aparato productivo y el modelo de negocio de todas las industrias del mundo, aseveró el timonel de SENATI y ello, acotó, será el fruto de la expansión de tecnologías y tendencias como la robótica, la inteligencia artificial, la nanotecnología, la impresión 3D, el Big Data, el Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés), la biogenética, los drones, los nuevos materiales, entre otros.

“El Big Data ha provocado la revolución de los datos. Con sus herramientas de análisis toda la información de la empresa servirá para generar más valor para los clientes. Con el mobility, la era de los dispositivos móviles y los drones, se ha cambiado las reglas de cómo interactúa el cliente con los fabricantes; los vehículos autónomos son una realidad, hace años  era difícil pensar su existencia pero ahora será común ver autos sin chofer; el IoT tiene que ver con la forma en que los dispositivos se conectan entre sí, estamos seguros que las actividades y procesos de las empresas y hogares no volverán a ser los mismos”, ahondó Alva Gustavson. 

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha señalado que la formación profesional está experimentando profundos cambios y que los empleos del siglo XXI requerirán habilidades y competencias de base “más complejas”, explicó directivo de SENATI. 

La mayoría de nuevos centros de trabajo estarán orientados a áreas especializadas como la informática, las matemáticas, la arquitectura y la ingeniería, pero demandarán habilidades blandas, como la resolución de problemas complejos, pensamiento crítico, gestión de personas, coordinación con otros, inteligencia emocional, toma de decisiones, flexibilidad cognitiva, orientación al servicio y negociación. 

“En SENATI tenemos el desafío permanente de estar al día con los cambios tecnológicos enfocados siempre en formar profesionales competitivos que aporten valor a la industria. Para ello ofrecemos permanentemente nuevas carreras que responden a las tendencias tecnológicas que se implementarán a futuro, entre ellas está la Administración de Base de Datos, Mecatrónica Industrial y Tecnologías Ambientales y Tratamiento de Aguas, Seguridad de Información y Desarrollo de Software, Diseño de Estructuras Metálicas y Seguridad Industrial y Prevención de Riesgos”, detalló el Director Nacional de la institución.

Finalmente, Alva Gustavson destacó la creación de la escuela de posgrado tecnológico TEC SENATI que representa “una evolución en la educación técnica y tecnológica” al brindar continuidad a la formación de los profesionales técnicos a través de un Máster Tecnológico Internacional, con respaldo de la Universidad Politécnica de Cataluña. 

LOS CENTROS TECNOLÓGICOS

El Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA) es una institución pública colombiana que goza de autonomía y que tiene como finalidad ofrecer, de forma gratuita, educación en programas técnicos, tecnológicos y complementarios que apunten al desarrollo industrial y social de ese país.

Necti Yoani Arza Castilla, asesora sénior de la Dirección del SENA Regional Atlántico de Colombia, vino a Lima para contar en el encuentro cuál será el rol de la formación profesional en la “cuarta revolución industrial”. 

Comentó Necti Arza que, en realidad, la región aún vive la “tercera revolución industrial” que tiene como estandarte a la automatización, la informática y la electrónica.

“Pero la cuarta revolución (industrial) llega con sistemas integrados entre lo físico y lo cibernético, abarca la robótica, y sistemas de la información y comunicaciones”, ahondó la experta de la Dirección del SENA Regional Atlántico de Colombia.

Esta tecnología es importada de países como Alemania -agregó Arza Castilla- donde hay plantas industriales, como la de Mini Cooper, donde las máquinas están a cargo de la mayor parte del proceso productivo. 

“Colombia no es un país industrializado en su totalidad, ninguno de los países de Latinoamérica lo es, pero en el SENA nos actualizamos y seguimos el modelo industrial alemán”, detalló la experta colombiana.

Lo que sí advirtió es que los cambios tecnológicos son cada vez más rápidos y constantes, sobre todo en lo relacionado al Internet y las comunicaciones, y “eso hace que la transferencia de conocimiento sea muy ágil”.

“Hay que formar el capital humano para ser más competitivos y el reto para la industria es llegar a automatizar sus sistemas internos. Si logramos que las empresas en Latinoamérica modernicen sus sistemas de producción y se adapten a la Industria 4.0 se van a demandar nuevos empleos que necesitarán habilidades blandas”, proyecta la asesora sénior de SENA Regional Atlántico y explica que la capacidad de adaptación y negociación será una cualidad clave en el trabajador que será demandado en un futuro cercano.

Marcelo Pío es parte del equipo de especialistas del Servicio Nacional de Aprendizaje Industrial (SENAI) de Brasil. El SENAI es una institución privada de interés público que tiene alcance a todo el territorio brasileño y su finalidad es buscar soluciones a las necesidades de la industria brasileña. Actualmente el SENAI es un referente mundial de la formación profesional, la asistencia técnica y tecnológica, y en la producción y diseminación de información.

En base a la experiencia y análisis del SENAI, Pío expuso en Lima cuáles serán los “empleos y habilidades (necesarios) para la industria del futuro” y, de plano, señaló que “es necesario cambiar los sistemas protocolares de la formación técnica”.

En Brasil, comentó, hay industrias que ya trabajan con la impresión 3D, la realidad aumentada, el IoT, aunque se trata de casos puntuales en ciertos sectores. “Cuando esa tecnología se difunda en el mercado tendremos cambios en los perfiles, currículos y en los cursos que vamos a ofrecer”, adelantó Pío.

Las tecnologías de alta complejidad que trae la Industria 4.0 -sostuvo Pío- exigen conocimientos en electrónica, diseño, lengua extranjera (inglés), servicios, telecomunicaciones, ventas, marketing y negociación. Para el especialista del SENAI, los tecnólogos en mecatrónica y en automatización serán los profesionales más buscados por la industria moderna.

El Centro Interamericano para el Desarrollo del Conocimiento en la Formación Profesional (OIT/Cinterfor) es el servicio técnico de la Organización Internacional del Trabajo (OIT); fue creado en 1963 y su sede está en Montevideo (Uruguay). El foco de la institución está en la generación de soluciones en la formación profesional y el desarrollo de los recursos humanos.

Fernando Vargas es un especialista sénior de OIT/CINTERFOR y vino a presentar las conclusiones del informe titulado “Elfuturo de la formación profesional en América Latina: Desafíos y lineamientos para su fortalecimiento” .

“Ahora necesitamos habilidades blandas más que músculos y habilidades físicas”, alertó Vargas y explicó que la tecnología e inteligencia artificial se encargarán, más temprano que tarde, de reemplazar los trabajos rutinarios.

El especialista sénior de OIT/CINTERFOR enfatizó que “la riqueza del siglo XXI son las capacidades de las personas y para desarrollarlas se deben impulsar tendencias que promuevan un nuevo paradigma en la producción. Ese paradigma requerirá trabajadores con capacidad de negociar, trabajar en equipos, orientarse a objetivos, entre otras aptitudes.

“En los 50 se contrataba a un trabajador pensando en su adiestramiento, hoy pensamos en un trabajador capaz de adaptarse y comprometido para asumir riesgos”, aseveró.

El estudio del OIT/Cinterfor mostró que la tecnología ha provocado una dinámica de creación y destrucción de empleos que se va acelerando con los años.

“Hay problemas en el momento de reclutar gente para los nuevos empleos que se van creando. Hay desigualdad porque las personas que no desarrollan esas capacidades son las de mayores índices de pobreza”, comentó Fernando Vargas.

Señaló, asimismo, que, paradójicamente, en los países desarrollados hay mayor interés de los jóvenes por las carreras técnicas pero esto no se repite en economías más pequeñas donde se necesita más trabajadores especializados.

En Alemania, detalla el especialista de OIT/Cinterfor, de cada mil trabajadores hay 39 aprendices; si se quisiera alcanzar ese nivel en Latinoamérica se necesitarían 14 millones de aprendices y actualmente estos suman entre cinco a seis millones.

LA VISIÓN DE LA EMPRESA TECNOLÓGICA

La mirada al futuro de los centros de formación tecnológica se complementó con la de las empresas que desarrollan la tecnología con la que trabaja la Industria 4.0. Se expuso así un panorama extenso y enriquecedor de los cambios que inevitablemente ocurrirán en la industria para que los educadores puedan sembrar una óptica diferente en sus alumnos.

En ese contexto, José Núñez, el gerente de Soluciones de Negocios para Latinoamérica de la multinacional Microsoft, explicó en qué consiste “la transformación digital y su impacto en las nuevas generaciones”.

Núñez empezó recordando algunos empleos que están desapareciendo por los cambios tecnológicos como el servicio postal, los centros de servicios y cobranza, los puntos de venta de entradas, entre otros. Y esto se da porque cada vez se puede comprar y pagar más productos y servicios vía Internet.

“Lo importante son las tendencias”, enfatizó al señalar que el Banco Mundial ha pronosticado que los próximos cinco a seis años, el 60% de los empleos en Latinoamérica serán automatizados. Los sectores donde este cambio se sentirá con mayor fuerza son Turismo, Transporte, Logística, Manufactura y Ventas, en ese orden.

Pero el ejecutivo de Microsoft reconoció que hay “habilidades humanas que no pueden ser automatizadas” como la creatividad, la interacción social y la inteligencia emocional.

William Mariño Lozano, EcoStruxure Power Leader de la alemana Schneider Electric, habló de la “reforma energética” y de los “retos y oportunidades” que ella trae “para las instituciones educativas”.

En el plano energético, explicó, hay grandes tendencias que son cada vez más visibles como el hecho de que el mundo es “más eléctrico” y esto se debe al mayor consumo originado por el creciente uso de dispositivos como los teléfonos inteligentes, las tablets y laptops. Otra tendencia es la “descarbonización” de las fuentes energéticas para dar paso a las energías renovables y a la generación descentralizada. 

“Todo esto se ha reflejado en la educación. Un estudiante que vive muy lejos ahora puede conectarse (con un dispositivo) y aprender a su ritmo con mejores herramientas, más información y con acceso a contenidos de la nube”, explica Mariño.

Una advertencia que dejó el experto de Schneider Electric es que hay un déficit en la preparación de profesionales para hacer proyectos de eficiencia energética y de energías renovables. 

Alejandro Angulo, Lead Business Unit de Siemens, uno de los grandes desarrolladores mundiales de tecnología, explicó cuáles son las “competencias clave para el cambio educativo presente y futuro”. Explicó el ejecutivo que hoy se busca desarrollar “competencias” en los maestros y alumnos para que conozcan y estén preparados para afrontar las “características de la sociedad actual” que, según sostuvo, es volátil, incierta, compleja y ambigua.

Para atender las necesidades de esa sociedad es necesario ser “creativo” y pensar en forma sistemática. Por ello, sugirió Angulo, es necesario no subestimar a los millenials porque es una generación que tiene información disponible, habilidades sociales y herramientas de comunicación. 

Rexroth Bosch es el fruto de la fusión entre Mannesmann Rexroth AG y la unidad de Tecnología de Automatización de Robert Bosch. Su negocio consiste en desarrollar productos y sistemas para el control y movimiento de equipos industriales, un campo vinculado directamente con el auge de la Industria 4.0.

Por ello Thorsten Körner, el gerente de Rexroth Bosch en el Perú, explicó cuál es el “concepto 4.0 en la educación actual” y los desafíos que trae en la “educación técnica”.

El líder de Rexroth Bosch en el Perú explicó que los desafíos de esta revolución son el conocimiento, la preparación, el aprendizaje, la excelencia y la colaboración. 

“Muchos piensan que tener un robot te hace, inmediatamente, partícipe de la Industria 4.0, pero eso no es tan cierto”, comentó el ejecutivo. La base de este moderno concepto, según Thorsten Körner, es la interconexión de personas y objetos. 

“(La Industria 4.0) es pensar en cómo producir de manera más eficiente usando la famosa nube donde está toda la información necesaria”, afirmó. El factor primordial para que una empresa ingrese a la Industria 4.0 es tener personas abiertas al cambio y con experiencia en su rubro. 

Es indispensable, concluyó Körner, que las instituciones educativas estén a la vanguardia en estos desarrollos tecnológicos para fortalecer la enseñanza y el aprendizaje de las futuras generaciones de técnicos.

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