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“No hay nada mejor que trabajar en lo que te gusta”, es una de las frases que puede definir mejor el carácter de Richard Champi, así como su espíritu emprendedor. Orgulloso egresado de SENATI, inició su carrera con una visión clara de futuro, impulsado por la orientación de sus instructores y de sus padres, a quienes considera su mejor ejemplo.

“Mi padre una vez me dijo: júntate con sabios y sabio serás. Este ha sido un gran consejo, que me ha servido en estos años para mantener una mente positiva y continuar capacitándome. Hoy tengo una escuela de pastelería fina y soy docente. En diez talleres tengo alrededor de 80
alumnos”, comenta.

Sus padres son emprendedores al igual que él, y durante más de 20 años se dedicaron con éxito al negocio de la panadería. Tras una temporada de arduo trabajo tienen la satisfacción de ver progresar a sus cuatro hijos, dos dedicados a la docencia -la mayor es profesora de inglés, y Richard, docente dentro del rubro gastronómico-, y dos desempeñándose como ingenieros.

 

Lo importante es atreverse

Una cualidad de los alumnos y egresados de SENATI es que tienen las cosas claras. Saben a dónde quieren llegar. “Por la experiencia de mis padres en el negocio de panadería, ingresé a la carrera de Industrias Alimentarias –especialidad de panadería y pastelería-, con la idea de
hacer mi negocio propio”, cuenta el hoy docente Champi.

“He pasado por muchas dudas, como todos los jóvenes. Pero creo que hay que atreverse. La cuestión es ser positivo, perseverar y ser constante hasta que salga. Hay que ser cien por cien positivo”, recuerda con emoción.

“Conseguir trabajo fue fácil, gracias a la formación de SENATI”

“Los empresarios conocen y reconocen la calidad de los alumnos y de los egresados de SENATI”, afirma Richard, ya que en sus más de 10 años de experiencia nunca tuvo que buscar trabajo. Por ser alumno de SENATI, una empresaria que iniciaba su negocio en panadería lo buscó para ofrecerle su primer trabajo. “Solo con decir que era estudiante de SENATI las puertas se me abrieron”, resalta.

“La pastelería es mi pasión. A mí me llena mucho cuando el cliente se va feliz, con un buen producto, un postre delicioso. De igual manera, como docente, si consigo transmitir mis conocimientos a mis alumnos, así como el gusto por esta profesión, ya que no hay nada mejor que trabajar en lo que te gusta”, comenta.

Escuela Richard Champi

Se trata de uno de los primeros talleres de pastelería fina en Comas. Lo inauguró el 28 de enero de este año y dicta clases en un local propio donde tiene alrededor de 80 alumnos, a los que capacita en talleres de bufet, cupcakes, kekes, fuente de soda, pastelería comercial, pastelería fina, chantillí, fondant (masa elástica), gelatina 3D y panadería. Además, recibe pedidos de catering por recomendación directa, debido a la alta calidad de sus productos, pero Richard no se conforma y tiene claro sus próximos pasos. A futuro planifica implementar talleres de pastelería molecular y chocolatería fina.

Trabajos especiales

“Estas obras en chocolate y chantillí son una muestra que combina mis dos pasiones: la pastelería y el fútbol”, señala sobre las esculturas en chocolate de Ricardo Gareca y Cristiano Ronaldo, sus dos ídolos en el mundial Rusia 2018.

Las esculturas en chocolate implican un complejo proceso de preparación, diseño, volumen, temperatura y sabor. Cada una ha tomado un tiempo aproximado de cuatro horas. “Al inicio las hacía como pasatiempo. De pequeño era terrible dibujando, pero la pasión por la pastelería, por hacer bien las cosas, ha hecho posible que pueda elaborar este tipo de obras, que hoy solo exhibo en ferias y eventos especiales. En los próximos días estaré, por ejemplo, en la feria Show del Arte del Azúcar, en el Centro de Convenciones de San Borja”, señala.

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